Datos biográficos de Don Telésforo Herrán, en pequeñas y humildes viñetas

 

Ing. Agrimensor don Telésforo Herrán

Eloisa Bica Acosta de Herrán

Estaba casado con  doña Eloisa Bica Acosta, con quien tuvo diez hijos que formaron familias de largo arraigo en todo el país.
“Telésforo  y Eloísa tuvieron diez hijos:
Eloisa, Mercedes, Ema, Germán, Orfilia, (murió de apendicitis con 15 años  y novia en ese momento, de Nicanor Amaro), Héctor (mi padrino), Sara, Jorge, Teófilo, María Celia. (mi madre).” (1)

 

Eloisa Bica Acosta de Herrán / Telésforo Herrán (2)


 

Viñedo - "La Granja Fe".

Poseía Herrán, en sociedad con Haadreu  un viñedo, “Granja Fe” en el camino al Hipódromo, al norte de la ciudad fundado en 1890. Sus datos fueron consignados en el libro “Viñedos del Departamento de  Salto“ relevados por Anibal Semblat y editado en “Tipografía Ecos del Progreso”(3). “ La granja Fe” estaba plantada, entre otras variedades, de “uva Harriague”. Era así conocida, la cepa Tannat, en esa época de reconocimientos. Resultaban los  mejores vinos. Es de destacar que este viñedo como casi todos los de Salto sufrían por “la terrible enfermedad” de la filoxera. Un insecto que se instalaba en las raíces. Las hojas amarillas de las plantas cubrían las colinas de Salto en ese tiempo. Un paisaje de gran tristeza, nos contaban.
Es de destacar que en las plantaciones de Herrán ya se preveía el adelanto de lo que constituiría el “remedio.”: Las viñas americanas, como la “Rupestris “. Ellas serian las que, con un pie robusto, salvarían de la infección del insecto las raíces de las cepas finas. 
Las bodegas de Salto, según los historiadores, se terminaron en aquella época, no por la filoxera ya que habían encontrado como combatirlo, La causa fue un decreto que desmerecía la buena calidad de sus vinos. Vinos que estaban sazonados en su suelo semi acido y el sol cálido y prolongado del terruño,“el “terroir”. Su buena calidad asegurada por reconocimientos europeos se convirtió en “sospechada”. Fue cuestionada oficialmente causando un detrimento económico difícil de superar. Una contingencia hoy superada.
Queremos resaltar esta faceta de Herrán bodeguero casi desconocida. Es un cultivo de una dedicación exhaustiva. Depende de elegir las cepas, preparar el mosto, esperar hasta conseguir el color, el aroma, el prodigio del vino.  
Herrán pertenecía, entre otras múltiples virtudes, a la selecta cultura de la aristocrácia del vino .


Su partida.

Señalamos el día de su muerte que nos fue evocada  por su nieta “Pipa” Teresa Gallino Herrán (1).
La tarde del 24 de diciembre de 1920, Don Telésforo, en la “casa de Herrán”, jugaba un partido de ajedrez con su hija menor, “China”.-María Celia Herrán Bica-.
Promediando la tarde decidió dar inicio a los preparativos: ponerse a tono para el acontecimiento de esa noche. El tablero de ajedrez quedó sin embargo abierto .
Cuando volvió al salón, donde su hija de diecinueve  años lo esperaba para retomar   su  jugada trunca, se desplomó al suelo. Un síncope fulminante había acabado con su vida.
El partido de ajedrez había tomado un rumbo sobrehumano. Un gambito dramático había sido jugado.
Rodeado de los suyos, en   amables  costumbres cotidianas , había partido  .
Era víspera de Navidad. El día que celebra el misterio de una nueva vida que llega.
Habían pasado apenas tres días del solsticio de verano. El  del sol cercano. El sol de amaneceres de albas tempranas y tardes largas que ampara las cosechas de los frutos, de las mieses y propicia los días más felices.
Fue un símbolo su partida. Una promesa de luz y de esperanza la acompañaba.

 

 

                                                                                   Isidra Solari     
                                                                                             Salto, setiembre de 2021     

 

Teresita Eloisa Gallino Herrán-,Pipa (1)
Mercedes Herrán Fernandez (2)
“Viñedos del Departamento Salto “  www.isidrasolari.com (3)